Los arquitectos que diseñan casas a menudo se quejan de los caprichos de sus clientes, que difieren de su propio sentido de la estética. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que en los últimos años hay cada vez más diseños pensados de casas privadas modernas, que no perturban la naturaleza arquitectónica de la zona y no ofenden la vista con soluciones extravagantes. Curiosamente, esto se aplica no solo a los edificios diseñados para clientes individuales, sino también a los diseños, que el cliente elige de la oferta disponible de la oficina. Esto demuestra que vivir en un hermoso espacio ya no es un privilegio y el sentido de la estética se ha unificado.