Belén es una ciudad ubicada en la parte occidental de Judea, una zona montañosa ubicada en Israel. Según el Nuevo Testamento, Jesucristo nació en Belén hace más de dos mil años. Las mayores atracciones turísticas de la ciudad incluyen la Basílica de la Natividad, la Gruta de la Leche y la Iglesia de Santa Catalina de Alejandría. Debido al conflicto entre Israel y Palestina, Belén ahora está un poco descuidada y, aunque está rodeada por un muro, todavía se considera peligrosa. La densa arquitectura de la pequeña Belén está dominada por casas de color beige y gris claro. Algunos de sus habitantes todavía se ganan la vida cultivando y criando ovejas.