En climas cálidos, nuestro cuerpo debe hidratarse regularmente. Un adulto debe beber hasta dos litros de agua al día y beber aún más en los períodos de mayor esfuerzo físico o altas temperaturas. Beber agua mineral hidrata la piel, mejora el metabolismo y ayuda a limpiar el cuerpo de toxinas. En un día caluroso, el agua sabrá mejor si se sirve fría con hojas de menta y bálsamo, así como rodajas de limón o naranja. Esta bebida también se puede realzar con la adición de frutas de temporada, que dan un sabor delicado al agua.