El Alcázar de Toledo fue construido sobre rocas. Hay una hermosa vista sobre el panorama de toda la ciudad desde la fortificación. En el siglo III, el Alcázar desempeñó el papel de palacio romano. La fortificación sufrió la mayor modificación en 1535 durante el reinado de Carlos I, quien encargó la reconstrucción al arquitecto Alonso de Covarrubias. La fachada del edificio se divide en tres niveles, y el edificio en sí se sitúa alrededor del patio de forma rectangular con dos arcos clásicos basados en columnas. Hoy el Alcázar alberga el Museo del Ejército.