Mucha gente piensa que es mejor visitar las montañas en otoño. No es temporada alta por lo que las rutas turísticas no están abarrotadas. Es más fresco que en verano, por lo que es imprescindible estar mejor preparado para acampar en tiendas de campaña. Sin embargo, el sol otoñal y las vistas de los árboles coloridos que pronto perderán sus hojas, así como el brezo en flor y la hierba amarillenta seguramente compensarán el inconveniente de la temperatura.