Brujas es una de las ciudades más bellas de Bélgica. La edad de oro de la ciudad duró del siglo XII al XV, en ese momento se construyeron los edificios más bellos y aún se pueden admirar dentro de los límites del casco antiguo. Brujas debe su carácter único a la arquitectura. Aquí se construyeron iglesias de ladrillo rojo, casas de vecindad y edificios de servicios públicos debido a la confluencia de dos circunstancias. En primer lugar, en la Edad Media las autoridades de los Países Bajos decidieron prohibir la construcción de casas de madera para evitar incendios desastrosos. En segundo lugar, el norte de Europa carecía de suministros de piedra que pudieran utilizarse para construir nuevas viviendas. Debido a estas limitaciones, se erigieron edificios de ladrillo rojo y hoy atraen a turistas de todo el mundo.
