El castillo de Červená Lhota está situado en el sur de la República Checa. Se encuentra en una isla rocosa en medio del lago, cerca de la ciudad de Jindřichův Hradec. Se puede llegar a la fortaleza por el puente de piedra del siglo XVII. El techo y las paredes del edificio se caracterizan por un color rojo intenso, que contrasta maravillosamente con la vegetación circundante de coníferas y el lago azul. Según las leyendas locales, se suponía que el color inusual de la fachada ocultaba las manchas de sangre de una mujer asesinada en el castillo por el diablo.