En muchos países, la Navidad es el momento en que la gente hornea galletas picantes crujientes en varias formas que se refieren a la Navidad. Están muy bien decoradas con glaseado, espolvorear y otros detalles de repostería. El pan de jengibre debe su sabor a la miel y especias como la canela, el cardamomo, la pimienta y la nuez moscada molida. El pan de jengibre tiene una larga tradición que se remonta a la Edad Media, sin embargo, para hornearlo era necesario utilizar ingredientes de países lejanos y por eso el precio del pan de jengibre era alto. Gingerbread pronto se convirtió en una marca registrada de muchas ciudades hanseáticas (por ejemplo, Nuremberg, Amsterdam, Toruń o Klaipeda) simbolizando su riqueza y amplias conexiones comerciales. Comer pan de jengibre durante la Navidad tiene la intención de enfatizar la singularidad y la importancia de esa época del año.
