Halloween es una fiesta con una historia muy larga. Ya en la época precristiana se celebraba en todo el norte de Europa, pero, contrariamente a cómo se interpreta hoy, no como una celebración de los muertos sino como una época de gran avance entre el verano y el invierno. Por un lado, era un momento de alegría debido a las abundantes cosechas, y por otro lado, la gente estaba entristecida por el frío que se avecinaba. Se creía que durante este tiempo extraordinario la frontera entre los mundos de las personas y los espíritus se desdibujó. Según algunas teorías, esta creencia es una fuente de uso de ropa extraña para Halloween: se suponía que debían ahuyentar los malos poderes y garantizar la seguridad.