King Charles Spaniel se considera un perro de la aristocracia. El nombre de la raza en sí apoya ese punto de vista. Los perros de aguas fueron popularizados en Europa ya en la Inglaterra medieval por los reyes Enrique VII y Enrique VIII. Un poco más tarde, Charles II Stuart y Maria Stuart también se enamoraron de estos perros. Hasta el día de hoy existe un decreto de Carlos II que establece que los perros de aguas reales no están obligados a obedecer la prohibición de entrada a las instituciones públicas.