Carezza es un pequeño lago en el sur del Tirol en los Dolomitas. Este pintoresco cuerpo de agua parpadea con decenas de colores al sol y por eso también se le llama el Lago Arcoíris. Según una leyenda local, el lago solía estar habitado por una sirena cantante de la que se enamoró un mal brujo. Sin saber cómo ganarse su corazón, había acudido a una vieja bruja que le dijo que se disfrazara de comerciante de joyas y hiciera un arco iris con ellas; se suponía que el arco iris conectaba el lago con su castillo en las montañas. El hechicero escuchó el consejo de la bruja pero se olvidó del disfraz. Cuando la sirena lo vio, se escondió en las profundidades del lago para siempre: el hechicero furioso destruyó el arco iris y arrojó sus pedazos rotos al lago, que ha estado parpadeando de manera colorida desde entonces.