Frutas deliciosas y coloridas se utilizan como ingredientes de muchos postres, entre los que dominan las delicias caseras como los pasteles de manzana, los bollos rellenos de cerezas o ciruelas y las tartas de frutas. Las mandarinas, las uvas, las fresas frescas y los arándanos también son complementos perfectos para la crema batida, el pudín, la gelatina o el kissel. Un bocadillo preparado por uno mismo seguramente será más sabroso y saludable que los dulces comprados en una tienda. Un postre frío servido en un plato decorativo o en una taza sin duda impresionará tanto a los miembros de la familia como a los invitados que lo visiten por la tarde.