El otoño está asociado a fenómenos inherentes: descenso de la temperatura, lluvia, llovizna, noches más largas, cambio de color de las hojas o de la recogida de animales. Los paisajes otoñales que podemos observar de septiembre a diciembre son considerados los más bellos de la zona de clima templado. Los árboles y arbustos cubiertos de hojas secas crean espacios coloridos inspiradores y los últimos rayos de sol que se reflejan en las aguas de los lagos crean destellos fascinantes. Por estas razones, el otoño fue un tema importante para los paisajistas.