Cuando caminamos por la costa del mar, a menudo es difícil resistir la tentación de recolectar conchas bonitas o piedras de colores de la playa. Si tenemos la suerte de encontrarnos con piezas de ámbar. Algunos de ustedes se han preguntado ni una sola vez de dónde vienen estos pequeños guijarros transparentes y coloridos. Son trozos de vidrio roto pulidos con agua salada del mar.