Los salones de spa funcionan no solo para cuidar el cuerpo, sino también para brindar relajación al espíritu. Ambos objetivos se logran simultáneamente: los procedimientos de embellecimiento a menudo se combinan con un masaje relajante, se acompañan de música relajante y aromas agradables. La estimulación de todos los sentidos está destinada a garantizar la satisfacción de una persona que se relaja en el spa y por eso es imprescindible recordar los estímulos visuales. Por esa razón, la decoración de los salones de spa también debe tener una función relajante: las decoraciones de colores suaves que hacen referencia a la naturaleza permiten experimentar una armonía real.