Hasta hace poco, tejer era una de las habilidades básicas que todas las amas de casa podían hacer, las niñas pequeñas aprendían algunos puntos simples no solo de sus madres o abuelas, sino también en la escuela durante las clases prácticas. Hoy en día la habilidad de tejer es una rareza entre los jóvenes y el proceso de auto-elaboración de varios artículos se convierte casi en un manifiesto ideológico. Para algunas personas es solo un hobby, para otras es una forma de oponerse a la cultura del consumismo y la producción en masa, mientras que algunas personas lo percibirán como una forma de arte. En las calles de muchas ciudades hay árboles o señales de tráfico que “llevan” suéteres de punto de colores. Esta forma de decoración del espacio público se llama graffiti tejido.