Durante el reinado de la reina Victoria de la Casa de Hannover (1837-1901), Gran Bretaña fue la principal potencia imperial mundial. También fue el momento de la gran revolución industrial: la construcción de la red ferroviaria permitió a los ciudadanos viajar mucho por muy poco dinero. Hoy en día, las estaciones históricas y los viaductos se mezclan con el paisaje de Gran Bretaña y solo unos pocos entienden el gran avance que supuso la invención del ferrocarril para los contemporáneos de la reina Victoria.