Alfama es el distrito histórico de la capital portuguesa que se encuentra en una colina. Cuando los moros habitaban las zonas de Lisboa, la Alfama pertenecía al centro de la ciudad. Sin embargo, con la expansión de otros distritos, principalmente los pobres urbanos se asentaron aquí. La Alfama, sus edificios históricos y la red de calles estrechas sobrevivieron al gran terremoto de 1755, gracias al cual el distrito aún conserva su carácter histórico. Los edificios de Alfama tienen fachadas color pastel y característicos techos rojos que se presentan bellamente contra el fondo del río Tajo y el cielo azul. El panorama de la Alfama con los monumentos circundantes se puede ver desde el mirador de Portas do Sol.