El borsch de Cuaresma con pequeñas albóndigas es uno de los platos más populares de Nochebuena. La sopa clara de color rojo intenso, preparada con masa madre de remolacha, es un plato tradicional que se come en muchos países de Europa Central y Oriental. En general, el borscht agrio-picante se sirve en compañía de pequeñas albóndigas redondas, que por su forma se llaman uszka (polaco: orejas). Están rellenas de setas del bosque, cebolla, repollo y especias. Esta comida se come con mayor frecuencia el 24 de diciembre, al comienzo de la cena de Nochebuena.