Servir el desayuno en la cama es uno de los mejores gestos que puedes hacer. Una persona sorprendida puede sentirse única, ya que es atendida y apreciada desde la misma mañana. Un día que comenzó de esta manera sin duda será un éxito. Desayunar en la cama es un privilegio que nos permite sentirnos excepcionalmente importantes ese día, por ejemplo, durante un cumpleaños o el Día de la Madre. El desayuno servido en la cama sin ninguna ocasión especial hace que un día cualquiera sea realmente extraordinario.