Cultivar uñas y pintarlas tiene una larga tradición, que se remonta a la dinastía Ming en China. Sin embargo, los barnices líquidos para uñas aparecieron en el mercado de los cosméticos solo en la década de 1930. Rápidamente ganaron popularidad gracias a estrellas de cine como Greta Garbo. Actualmente, los barnices tradicionales han sido sustituidos por barnices híbridos, que tras su aplicación sobre la uña se fijan adicionalmente con lámpara UV. Como resultado, la pintura no se desprende y las uñas pintadas conservan su apariencia estética por mucho más tiempo.