Para zarpar solo en el océano es imprescindible ser excepcionalmente valiente y tener mucha entereza. La mayoría de nosotros simplemente no podríamos enfrentarnos físicamente al elemento agua. Un factor adicional que causa problemas es una larga soledad, que pone a prueba nuestra psique. Es cierto que unas vistas impresionantes compensan al menos parcialmente las dificultades de un viaje.