Hay innumerables variedades de sales de baño: hay sales aromáticas e inodoros, coloridas e incoloras, enriquecidas con sustancias acondicionadoras y naturales. Tanto la calidad de nuestro baño (olor, color y dureza del agua) como el estado de nuestra piel después del baño dependen del tipo de sal que elijamos. Las sales de baño hechas de sal marina o minera son las más saludables ya que contienen más de 30 minerales y microelementos que tensan y reafirman la piel. Si dicha sal se enriquece con aceite aromático, su alcance de influencia será mayor. El aceite de lavanda influye positivamente en nuestros nervios, el naranja nos energizará, mientras que el rosa mejorará nuestro estado de ánimo.
