Las farolas, generalmente dispuestas en filas a lo largo de las carreteras, así como en los callejones y plazas de los parques, iluminan las áreas urbanas por la tarde y por la noche. A principios del siglo XIX aparecieron lámparas de queroseno y gas en las calles de Londres y París, sin embargo, después de varias décadas fueron reemplazadas por farolas eléctricas. Para obtener un rango de haz óptimo, se instalan dos (o más) luminarias de iluminación en un poste de iluminación. Las farolas se pueden utilizar como elemento decorativo de la ciudad ya que a menudo están decoradas con hermosos detalles realizados por talladores o herreros.
