Reykjavik es la capital y la ciudad más grande de Islandia, ubicada en Faxa Bay en el oeste del país. También es la capital más septentrional del mundo. Se cree que el primer asentamiento permanente aquí fue establecido por el vikingo noruego Ingólfur Arnarson, quien lo llamó Reykjavik, que en noruego significa "Smoke Cove". El nombre hace referencia a numerosos géiseres y fuentes termales que rodean la ciudad. El rápido crecimiento de la ciudad se remonta a finales del siglo XVIII, cuando la sede del obispo de Islandia y el parlamento se trasladaron a la ciudad. A pesar de que Reykjavik es una capital joven y no muy grande con solo 120 mil habitantes, ofrece un amplio abanico de atractivos. Es un centro cultural y artístico del país, en 2010 la ciudad fue Capital Europea de la Cultura. Además, los turistas pueden bañarse en aguas termales, admirar géiseres y volcanes, bucear en las frías aguas del norte, ver la aurora boreal y los monumentos de la cultura vikinga o disfrutar de uno de los numerosos festivales de verano.