La ciudad holandesa de Delft ubicada en el oeste del país es famosa por su cerámica y porcelana. También es un importante centro industrial y científico. El casco antiguo es particularmente digno de mención, ya que hay muchos monumentos históricos y está cortado por canales característicos llenos de agua. Casas e hileras de árboles se encuentran a orillas de los canales. Pequeñas calles encantadoras están bellamente decoradas con flores y hierbas que crecen en macetas, así como hiedra trepando por las paredes. La atmósfera idílica de esta parte de la ciudad se acentúa con los bancos de madera colocados frente a las casas, así como con las ubicuas bicicletas, que son el medio de transporte tradicional en los Países Bajos.