La catedral de Notre-Dame de París es una de las estructuras arquitectónicas más reconocibles de Europa. La construcción del templo se inició en el siglo XII y duró muchos años. Las fachadas de la catedral se caracterizan por una abundancia de detalles: los visitantes pueden admirar rosetones con hermosos vitrales, la galería real, exquisitos portales decorados con tallas y estatuas. En el lado izquierdo de la fachada en el portal lateral hay varias figuras, incluida la figura de San Dionisio, que sostiene su propia cabeza. Dionisio fue el primer obispo de París y uno de los catorce santos ayudantes, así como el santo patrón de Francia. La iconografía muestra a este santo con la cabeza separada del cuerpo, lo que hace referencia a su martirio por decapitación.
