Astana es la capital de Kazajstán y una de las ciudades más extrañas del mundo. Es conocida como la capital más fría del mundo. Aunque las temperaturas de verano son a veces muy altas, en invierno bajan a -40 grados. Además, Astana es una ciudad muy joven. Cuando el presidente de Kazajstán decidió trasladar la capital aquí, era solo una pequeña ciudad de provincias. En menos de dos décadas, los kazajos construyeron modernos rascacielos, salas de conciertos y deportes, urbanizaciones de lujo, calles anchas, bulevares y un aeropuerto moderno. La arquitectura de la ciudad sorprende por su naturaleza monumental y glamorosa.