Quedlinburg es una ciudad ubicada en Sajonia, una tierra montañosa en el centro de Alemania. Fue fundada en el siglo X por el príncipe local Enrique el Cazador como asentamiento del monasterio benedictino. Poco después de la ubicación, el hijo de Enrique construyó un castillo de los príncipes de Sajonia, gracias al cual la ciudad ganó importancia como centro de poder. Los edificios medievales de Quedlinburg nos recuerdan su esplendor. Las calles estrechas y empedradas, a lo largo de las cuales hay casas de entramado de madera con techos rojos inclinados crean la atmósfera romántica de este lugar. Desde 1994, el casco antiguo está inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.