La torre del reloj neoclásica es la estructura más reconocible de la isla. En 1927 se erigió un característico edificio blanco con una cúpula celeste. Hasta el día de hoy, es un escaparate de Poros y una especie de hito, ya que es visible desde casi todos los lugares de la isla. La torre está ubicada en una colina con escaleras sinuosas y empinadas. El pueblo fue construido sobre una colina y por eso las hileras de casas residenciales con elevaciones luminosas y techos anaranjados se pueden admirar desde la cubierta de un yate o ferry mucho antes de entrar al puerto.