El casco antiguo de Vilnius es uno de los pueblos antiguos más grandes y mejor conservados de Europa. Los inicios de la parte histórica de la capital lituana se remontan a 1387, cuando Vilnius recibió el estatus de ciudad del rey Władysław II Jagiełło de acuerdo con la ley de Magdeburgo. El distrito histórico rodeado de murallas defensivas medievales se encuentra en la margen izquierda del río Neris y tiene una superficie de 360 hectáreas. Entre los edificios históricos dominan los construidos en estilo barroco: iglesias, palacios, casas de vecindad y villas privadas. En 1994, el casco antiguo de Vilnius fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.