El castillo de Hradčany es una antigua residencia de los reyes checos, en la actualidad es una de las atracciones turísticas más populares de la capital checa. Los orígenes del castillo se remontan al siglo IX, cuando la colina sobre el río Moldava estaba equipada con todo lo necesario para la residencia del duque. A lo largo de los siglos, el castillo fue modificado y reconstruido muchas veces. Las reconstrucciones más importantes tuvieron lugar en los siglos XVI y XVIII. Hoy el castillo se considera un ejemplo de arquitectura ecléctica. Los estilos dominantes en la arquitectura del castillo son el barroco, el renacimiento y el rococó.