El ladrillo es el material de construcción más utilizado en el mundo. Aunque se ha utilizado durante 7.000 años, no ha perdido su funcionalidad: es resistente a las condiciones climáticas, aísla bien y es muy duradero. Los ladrillos se conocen en muchas variedades, que difieren en la técnica de cocción y la composición de la materia prima, así como en la forma y el tamaño. Desde los primeros tiempos, los fabricantes de ladrillos han disparado o estampado marcas especiales en ellos que indican la planta en la que se fabricó el material de construcción. Este tipo de señales ya se conocían en la antigua Babilonia y se utilizan hasta el día de hoy.