Los caramelos duros y dulces para chupar y masticar son los más populares entre los niños. Junto con los caramelos de colores y las gelatinas en azúcar, son los manjares favoritos durante las fiestas de cumpleaños y otras fiestas infantiles. Las piruletas y los caramelos de frutas son baratos, sabrosos y están ampliamente disponibles, pero no deben consumirse en exceso. Están hechos casi en su totalidad de azúcar con la adición de colorantes y sabores. Por su consistencia los mantenemos en boca durante mucho tiempo, lo que favorece el desarrollo de caries.