La fruta madura de temporada es un ingrediente económico y universal de las conservas y pasteles caseros. Una compota de peras dulces y vinosas o un pastel de manzana aromático harán que la tarde de otoño sea más agradable. Si bien es mejor comer fruta fresca, vale la pena mantener su sabor único durante más tiempo, incluso en forma de mermelada o jugo. Para hacer que los platos de las populares manzanas y peras dulces sean más atractivos, agregue un poco de sabor diferente; para hacerlo, puede combinarlos con cítricos agrios y hojas frescas de menta y melisa. Tal composición enriquecerá no solo el sabor de pasteles y postres, sino también platos salados.