Los tranvías amarillos son una de las atracciones turísticas más populares de Lisboa. Los tranvías históricos han estado operando en los barrios antiguos de la ciudad durante años. Ofrecen a los pasajeros no solo un viaje agradable, combinado con la admiración de las partes más pintorescas de Lisboa, sino también una gran dosis de adrenalina mientras los tranvías literalmente se aprietan por calles estrechas y muy empinadas que están llenas de automóviles y peatones. El recorrido del tranvía Eléctrico 28 pasa por el centro de la ciudad. Desde las ventanas de este medio de transporte único, los turistas pueden admirar, entre otras cosas, la Catedral Sé del siglo XII.