Las frambuesas y los arándanos se clasifican como los llamados frutos del bosque. Se clasifican como tales no solo por las similares condiciones en las que crecen sino también por sus cualidades. El jugo de estas frutas abre el apetito y favorece la digestión y acelera el metabolismo. También se utilizan como base de los jugos transpiratorios que se utilizan en caso de resfriado o gripe. Estas frutas también están llenas de antioxidantes, que inhiben los procesos de envejecimiento y tienen cualidades anticancerígenas. Por su alto contenido en vitaminas C y E favorecen la vista.