Los frutos pequeños de temporada de color intenso son un auténtico manjar durante los meses de verano. Su sabor se puede conservar en una variedad de conservas: mermeladas, licores y jarabes. Las frutas del bosque incluyen frambuesas, moras, arándanos, fresas y grosellas. Los frutos del bosque son ricos en vitamina C y antocianinas, es decir, pigmentos vacuolares (azul, violeta y rojo) de los que nuestro organismo se beneficia mucho. La mayoría de los arbustos frutales se cultivan ahora y no necesitamos buscar golosinas en los bosques para disfrutar de su sabor. Curiosamente, una fresa popular es un cruce de los dos tipos de fresas silvestres.