Los gatos duermen hasta varias horas al día. Como depredadores, de esta forma regeneran las fuerzas y ahorran la energía necesaria para la próxima caza. Este es un rasgo que todos los animales felinos tienen en sus genes, por lo que tanto los leones salvajes como los tigres, así como los gatos domésticos, toman siestas interminables, alimentadas regularmente por sus dueños. Los gatos a menudo duermen acurrucados, pero a veces adoptan posiciones divertidas y aparentemente incómodas, mueven las patas o roncan mientras duermen.