La Basílica de Santa María de la Flor (en italiano: Basilica di Santa Maria del Fiore), también conocida como Duomo, es la iglesia principal de Florencia. Su cúpula roja, diseñada por Filippo Brunelleschi, domina el paisaje de la ciudad y corona el templo a más de 100 metros de altura. Junto a la iglesia también hay un campanario de 85 metros, desde el cual los visitantes pueden admirar una hermosa vista de la ciudad. La basílica solía ser el edificio más importante de ese tipo en todo el mundo y aún hoy su arquitectura monumental golpea a los turistas como un rayo. La catedral fue consagrada en 1436 por el Papa Eugenio IV. La fachada neogótica del edificio es el resultado de la reforma que tuvo lugar en el siglo XIX.
