Serpa es una pequeña ciudad de Portugal ubicada en la región de Alentejo, cerca de la frontera con España. Su desarrollo urbanístico se caracteriza por un color blanco nieve de las fachadas. Serpa tiene varios monumentos históricos importantes, incluida la iglesia del Convento de Santo António del siglo XV y un castillo árabe del siglo XIII. También hay una serie de instituciones culturales, como el museo de los relojes. La ciudad ha conservado su atmósfera medieval gracias a las paredes encaladas de los edificios y las calles estrechas. Está rodeado de olivares y extensos pastos. Serpa es famoso por hacer queso de oveja tradicional.