El pequeño archipiélago de Ertholmene consta de seis islas rocosas, pero solo dos de ellas: Christiansø y Frederiksø están habitadas. Entre las islas hay un puerto natural en el que se amarran ferries turísticos, yates y pequeñas embarcaciones privadas. Los edificios de piedra tradicionales de Christiansø se combinan perfectamente con las características naturales del archipiélago. En esta isla de 22 hectáreas hay un faro, un pequeño hotel y camping, escuela primaria, iglesia y centro de salud. Además, también se encuentran los restos de las torres y murallas defensivas de finales del siglo XVII.