Nueva York es una de las ciudades más grandes y concurridas del mundo. Debido a la gran cantidad de habitantes, turistas y espacio limitado, casi desde el comienzo de la existencia de la Gran Manzana, se han construido edificios de gran altura con escaleras estrechas para ahorrar el mayor espacio posible. Este estado de cosas obligó a las autoridades de la ciudad a introducir normas de seguridad especiales. Cada edificio, junto a una ruta de evacuación ordinaria que conduce a través de la escalera, debe estar equipado con escaleras de emergencia externas, que permitan escapar en caso de obstrucción de los pasillos dentro de la casa.