La cascada Skógafoss en el río Skógá se encuentra en la parte sur de Islandia. La cascada se creó en las antiguas rocas de la costa. A lo largo de los milenios, la costa se fue retirando profundamente hacia el mar y ahora los antiguos acantilados definen un límite claro entre la tierra montañosa y la antigua cuenca del mar. El Skógafoss tiene 25 metros de ancho y 60 metros de alto y es una de las cascadas más grandes de Islandia. Está asociado a la leyenda del tesoro, escondido en la cueva detrás de la cascada por un vikingo, que fue el primero en asentarse en la zona. Según se informa, solo un anillo sobrevivió de su tesoro, el resto desapareció y hasta ahora nadie sabe dónde está. El anillo, sin embargo, se puede ver en el museo local.