Los mercados tradicionales se vuelven cada vez más populares. Aunque comprar en grandes superficies es un poco más cómodo, ya que no requiere desplazarse de un lugar a otro. Estas tiendas ofrecen una amplia gama de productos, sin embargo, las plazas del mercado local parecen volver a ganar el favor. Allí puedes comprar productos frescos y orgánicos de los fabricantes locales e incluso directamente de los productores. Estos mercados ofrecen a los consumidores la oportunidad de probar productos, hablar con el vendedor o negociar precios. Además, la calidad de los productos alimenticios que se venden allí es significativamente superior a la de los que se ofrecen en los supermercados. Por eso estos mercados también son apreciados por los restauradores, para quienes la frescura y el sabor son los criterios más importantes.