Los días de otoño son cada vez más cortos, por lo que vale la pena aprovechar cada tarde soleada. Un paseo entre susurrantes y coloridas hojas bajo los pies nos permitirá relajarnos y oxigenarnos. El mejor lugar para caminar es un bosque o parque donde podamos disfrutar de la cercanía de la naturaleza y admirar las copas de los árboles de color amarillo anaranjado. Una cantidad adecuada de movimiento, aire fresco y un poco de sol ayudarán a combatir la tristeza otoñal. Después de regresar de una caminata larga lo mejor es fortalecer el sistema inmunológico con una taza de té con miel y limón.