Nadie necesita estar convencido de los beneficios que se derivan de la introducción de grandes cantidades de verduras y frutas en una dieta. Los médicos recomiendan consumir una porción de las vitaminas aportadas por verduras o frutas al menos cinco veces al día. También vale la pena comer productos de temporada disponibles en la región donde vivimos. Entonces tendremos la certeza de que los productos que compramos en el mercado local no están sujetos a conservantes fuertes y están recién cosechados. Además, llevarlos a un puesto no requiere tanta energía como el transporte al extranjero, por lo que no contribuimos a la contaminación ambiental.