Gato mojado en una toalla rompecabezas en línea

A los gatos generalmente no les gusta el agua y cuidan la higiene lamiendo su pelaje de forma sistemática. La saliva no solo elimina las bacterias, el polvo y los olores extraños, sino que también crea una película protectora en el pelaje, lo que permite que el gato mantenga una temperatura corporal constante. A pesar de ello, existen situaciones en las que conviene bañar a una mascota porque no es capaz de hacer frente a la suciedad provocada, por ejemplo, por el contacto con una sustancia pegajosa o muy polvorienta. Lavar al gato debe ser bastante rápido pero cuidadoso para no exponer al animal a un estrés innecesario. Lo mejor es envolver a una mascota mojada en una toalla que absorba el exceso de agua del pelaje y evite que se enfríe.

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