Los hongos aromáticos del bosque se utilizan ampliamente en diversas cocinas. Los hongos boletus o porchini comestibles son excelentes como base de sopas y salsas, así como como ingrediente de relleno para albóndigas, empanadas o croquetas. Los champiñones guisados, fritos, secos o marinados adquieren valores de sabor adicionales, por lo que conviene incluirlos de forma permanente en el menú otoño-invierno. Las setas contienen muy pocas calorías, por lo que se pueden consumir sin ningún remordimiento. Debido al peligro de intoxicación, se recomienda precaución al recolectar o comprar hongos, no deben servirse a los niños.