A menudo se dice que la decisión de comprar o acoger un perro implica mucha responsabilidad y una serie de deberes. Sin embargo, tener un amigo de cuatro patas también tiene muchas ventajas. Gracias a los paseos regulares, proporcionamos movimiento al aire libre no solo a la mascota, sino también a nosotros mismos. Acariciar a un perro y jugar con él reduce la tensión y el estrés, además de hacerte sonreír. El animal también será un gran compañero para los ancianos y solitarios, que carecen de compañía a diario.